MASCARA NDUNGA DE ADIVINO

Los Kongo han producido numerosos tipos de máscaras que cumplen distintas funciones. Son conocidas sus máscaras destinadas a los hechiceros o Ngangas que las portan durante los ritos adivinatorios, en las curaciones y en las ceremonias destinadas a desenmascarar al culpable de un delito. Esta función se asemeja a la de las máscaras reales de la justicia. La función de las máscaras reales es principalmente el ejercicio del poder, mantenimiento del orden y administración de la justicia. Las máscaras de culto religioso son principalmente máscaras de iniciación y de circuncisión. Son muy poco conocidas sus máscaras lúdicas. También hay máscaras que participan en las ceremonias de duelo por la muerte de personajes  importantes.

Esta máscara de adivino, como es frecuente en esta categoría de máscaras, el rostro esta dividido en dos colores, el lado derecho pintado de blanco con caolín y el izquierdo pintado de rojo con tukula. Del tocado sale una prominencia semejante a un cuerno. La presencia de dos colores es el símbolo de la unificación de dos tierras. El rojo y el blanco son una alegoría de las tierras blanca y roja que entraban en la confección de muchos nkissi. El color blanco es un color ritual, el de los espíritus acuaticos del mundo bakongo pero es también el color de todo lo positivo, de la pureza, de la fuerza, de la generosidad, de la fecundidad, de la paz,  de la unión con los antepasados y de la vida en el más allá mientras que el rojo significa la vida en la tierra con sus triunfos y sus fracasos, sus alegrías y sus tristezas, la fuerza, el sufrimientgo, el poder y la guerra. El color negro del tocado representa la desgracia, los secretos no revelados, la brujería, la presencia de malos espíritus contra quienes la máscara con sus conjuraciones pretende alejar. La máscara tiene los ojos entornados en actitud de meditación. Pátina del tiempo.