MUJER CON CANTARO

Mujer portando un cántaro sobre su cabeza. Cabeza que ocupa más de un tercio del volumen total de la pieza. Ojos que ocupan la mayor parte del rosto y boca saliente entreabierta con gruesos labios. Sobre los hombros porta dos serpientes y una cabeza en la espalda. Todo hace pensar que se trata de una sacerdotisa, curandera o hechicera.  Como los Eket practican el culto a los antepasados y realizan ritos agrícolas para obtener la fertilidad de las cosechas, rindiendo culto a Ala, divinidad de la tierra esta mujer presenta varios símbolos que la relacionan con el culto y los ritos consagrados a la tierra como es la serpiente. 

La serpiente es uno de los animales primordiales de la mayoría de las etnias. Es un vínculo de unión entre la tierra y el cielo. Divinizada en muchas culturas es símbolo de sabiduría, prudencia y rectitud pero al mismo tiempo suscita temor y respeto. La serpiente, al igual que la salamandra es asociada al mundo subterráneo; se la asocia especialmente con el fuego de la tierra, de la creación y de la forja del hierro, elementos muy vinculados con los hechiceros, sacerdotes o curanderos. También es considerada por los adivinos como mensajera e intermediaria entre los humanos y los espíritus de la selva. La consideran inmortal y símbolo de longevidad, por su capacidad de regenerarse cambiando de muda. Al poder penetrar bajo tierra la serpiente es mensajera de los difuntos. Por su forma de moverse representa el correr del agua de los ríos.

La cabeza que lleva a la espalda puede ser la cabeza de un enemigo o de un difunto que le servirá para sus prácticas ocultistas junto con el contenido del cántaro. Todo ello hace pensar en la actividad a la que se dedica esta mujer.